Anel Báez y Erandy Gutiérrez, dos mexicanas de 16 años, eran
inseparables. Iban juntas al colegio y lo compartían todo. Pero esa amistad
terminó de manera trágica: molesta porque Anel había publicado unas fotos
íntimas de ellas en Facebook, Erandy la mató de 65 puñaladas por la espalda.
Ayer, casi un año y medio después del brutal crimen, la
justicia mexicana le ratificó la condena a siete años de prisión, la más alta
para un menor de edad en ese país.
Las adolescentes iban juntas al secundario de la Universidad
Autónoma de Sinaloa. Eran grandes amigas y solían -como miles de chicas y
chicos- expresarse su afecto a través de las redes sociales. “Te amo, no sabés
qué feliz que me hace que vos seas mi amiga. Sos más que eso: sos mi hermana”,
le escribió Anel a Erandy en Facebook.
A partir de ese momento, la relación entre las chicas se
quebró. Erandy comenzó a descargar su bronca en Twitter, donde publicaba
violentas amenazas sin destinatario.
“Voy a sepultarte antes de que pase este año”, tuiteó en
febrero de 2014. Pero ese no fue el único mensaje intrigante. “Pueda que
parezca muy calmada, pero en mi cabeza, te he matado al menos tres veces”,
publicó días después en la misma red social.
El 19 de marzo del año pasado, Erandy llamó a su amiga. Le
dijo que quería verla para hablar de aquella foto publicada en Facebook que la
había molestado tanto. Anel aceptó y la invitó a su casa.
Erandy llevó helado. Charlaron hasta que Erandy salió del
cuarto para ir al baño. Al salir, pasó por la cocina, tomó un cuchillo y
sorprendió a su amiga acostada en la cama viendo televisión: la apuñaló 65
veces en la espalda y escapó.
Erandy Gutiérrez fue detenida durante al funeral de su
amiga, al que fue acompañada por su madre. Fue recluida en el Centro de
Internamiento para Adolescentes de la ciudad de Culiacán y la condenaron a
siete años de cárcel. Pero la familia de la agresora apeló la sentencia y ayer
la justicia mexicana ratificó la pena.
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