Clyde Smith, jefe de policía del condado de Byran, dijo que la abuela de la niña informó a los investigadores que estaba recostada en la cama cuando escuchó a los pit bull ladrar. Cuando se asomó por la ventana, los vio arrastrando a la niña. La abuela comenzó a gritar “¡están matando a Monica!”, indicó Smith.
La pequeña vivía en una modesta casa de dos pisos lejos de la avenida principal
Era demasiado tarde. Monica Renee Laminack, quien iba a cumplir dos años el 1 de junio, ya había fallecido para cuando la ambulancia llegó el miércoles por la tarde. Autoridades de control animal utilizaron drogas para sacrificar a los perros en la casa ubicada en el pequeño poblado rural de Ellabell. Los agentes encontraron, dispersos por todo el patio cercado, los zapatos, pañal y ropa rasgada de la niña.
“Los animales arrastraron a la niña por todo el patio, le rasgaron toda la ropa”, agregó Smith.
La pequeña vivía en una modesta casa de dos pisos lejos de la avenida principal. El alguacil dijo que cuatro generaciones de la misma familia compartían la casa, incluyendo la madre de 18 años de la niña, abuelos y dos tíos que todavía son jóvenes.
Michelle McIntyre, abuela de la niña, se sentó a llorar en la plataforma trasera de una camioneta que estaba afuera de su casa. Summer Laminack, madre de la niña, estaba sentada junto a ella mirando hacia el piso en silencio.
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