lunes, 20 de mayo de 2013

Fracasa marcha contra la Ley 779


A pesar del amplio apoyo mediático que la precedió, la publicitada “gran marcha” contra la Ley Integral Contra la Violencia Hacia las Mujeres (Ley 779), fue todo un fracaso. Menos de 40 personas acudieron a la convocatoria realizada por dos organizaciones de abogados, un pastor evangélico y un boxeador condenado por violación, que al final tampoco se hizo presente.

Luego de comprobar que no podría haber ninguna “marcha” porque no había quien marchara, los organizadores decidieron convertirla en un “plantón” ante la Corte Suprema, pero a eso de las diez de la mañana, dos horas después de lo convocado, sólo habían 13 manifestantes y un grupo de filarmónicos frente al portón principal del máximo tribunal.
 
Los pocos que se presentaron al “plantón” a hacer barra, fueron algunos activistas del Partido liberal Independiente (PLI) y unos tres o cuatro jueces… pero de béisbol.

Luego de unas cuantas llamadas telefónicas desesperadas de los organizadores, posteriormente se hicieron presentes ¡por fin! alrededor de una docena más de manifestantes, lo que les permitió elevar la bulla y acercarse al portón a presionar para que se les permitiera entrar a entregar un documento de protesta.

Había tan poca gente que un cordón policial enviado por la estación seis para resguardar el orden y evitar algún incidente, optó por retirarse por aburrimiento, al ver que no era necesaria la presencia de los uniformados. De hecho el “plantón” ni siquiera logró parar el tráfico en la carretera norte, donde los vehículos se desplazaban con normalidad, aunque lentamente, para ver el ridículo de los protestantes.

Pastor sin rebaño

A eso de las diez y media de la mañana, cuando ya era un hecho el fracaso del “plantón”, los organizadores pidieron se les permitiera ingresar a las instalaciones de la Corte para entregar un documento, lo que les fue concedido. Y hasta allí llegó la “marcha”.


Las dos caras visibles que estaban a la cabeza de la protesta fueron una abogada que se caracteriza por su mal humor y el ahora famoso, gracias a la Ley 779, pastor de las Asambleas de Dios, Saturnino Cerrato Hogdson, quien sorprendió no por sus declaraciones contra la ley, sino por la ausencia total de su rebaño.

“Bueno, y este pastor parece que no tiene ovejas”, dijo en carcajadas el señor Ricardo Cifuentes, mientras esperaba que lo dejaran ingresar a la Corte para presentar un escrito. Eran tan escasos los manifestantes que la atención y el ingreso del público a la CSJ apenas se vio interrumpido.

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