"Hemos dicho nosotros repetidamente, no en palabras mías, sino de magistrados, (que) el número de la bestia ya no es 666, sino 779, porque justamente está destruyendo a las familias", dijo el obispo de la diócesis de Estelí (norte), Juan Abelardo Mata, al canal 12 de la televisión local.
Según el religioso, han sido magistrados de la Corte Suprema
de Justicia (CSJ) lo que se han expresado de esa forma respecto a la Ley 779,
contra la violencia hacia las mujeres.
El número 666, en la cultura cristiana, es frecuentemente
relacionado con Satanás y con el Anticristo por una referencia escrita en el
libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento.
La Ley contra la violencia hacia las mujeres impone la pena
máxima de 30 años permitida por el código penal nicaragüense a los hombres que
cometan el delito de violencia de género, y no permite la mediación, aunque la
mujer perdone al hombre.
Esa imposibilidad ha sido uno de los argumentos utilizados
en los cuatro recursos de inconstitucionalidad presentados contra la ley ante
la Corte Suprema, que aún no se ha pronunciado sobre ninguno de ellos.
"Cuántas veces se reacciona por la ira, por revanchismo
y una vez pasadas las aguas las personas que han acusado al marido, al tío, al
primo (y reconocen) que la posición ha sido demasiado dura, piden revertir el
caso, pero ya está en manos de ellos (la Justicia)", indicó el obispo.
"Ojalá que se humanice (la ley 779). No es por ser
hombres contra mujeres. No es lucha de género", dijo el prelado, que
agregó que "no puede haber ciudadanos que son tratados (...) por la ley de
una forma" y otros de otra, "si todos somos ciudadanos".
Mata hacía referencia a que la ley tipifica como delito
únicamente la agresión de hombres hacia mujeres.
"Me parece que, como una medida humana, necesaria, de
prudencia, antes de empezar a aplicar castigos de ley, debe mediar esta
dimensión de reflexión, de diálogo", consideró.
También aplicar "castigo a quien castigo merece",
aunque insistió en que, en caso de delitos menores, "debe haber mediación,
porque no puede haber ciudadanos de primera y segunda categoría".
La Corte Suprema estudia la posibilidad de incluir la figura
de la mediación en la ley que castiga la violencia de género, muy criticada por
sectores religiosos y por grupos de abogados con el argumento de que desintegra
a la familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario