Otro año que se ha ido, cuantas cosas han pasado, algo hemos
aprendido y algo hemos olvidado, reza parte de la famosa canción Navidad Sin Ti
del mexicano Marco Antonio Solís, la que se escucha en diversas emisoras del
país, que se alista a despedir este 2012 de diversas maneras.
Estos tiempos de redes sociales y globalización no han
podido derrotar el sentimiento de unión y
de compartir de las familias nicaragüenses, que se reúnen en sus viviendas para
disfrutar en unidad la última noche del año y darle la bienvenida a los nuevos
12 meses.
Una de esas tradiciones de fin de año lo representa la “quema
del viejo” un muñeco elaborado con ropa usada y rellenado con retazos de tela,
incluso se agregan bombas artesanales que explotan cuando el monigote se está
quemando.
En Nicaragua al igual que otras naciones latinoamericanas,
esta tradición aparece renovada cada año y son más las personas que se dedican
a su elaboración como Héctor Villareina del barrio Sutiaba de León que comenzó
a elaborarlos desde hace una semana y los vende entre 300 y 500 córdobas (20
dólares).
“Este año tenemos muñecos de los líderes de la oposición de
este país que no sirven para nada y algunos personajes de nuestra ciudad. En
años anteriores hemos hecho de Fidel Castro, del ex presidente Enrique Bolaños
y otros viejitos”, dice Villareina, mientras en su taller artesanal se puede
ver diferentes sacos de ropa.
“Estos viejos representan el año que se va y es una
tradición muy vieja aquí en León y en Nicaragua”, agrega el hombre de unos 32
años.
En la capital Managua, en algunos barrios se observan colgados
los tradicionales viejos, mientras otras familias en horas de la mañana ya lo
estaban fabricando.
Esta temporada también se vale hacer negocio con los viejos
y eso lo sabe muy bien doña Nidia Pastora que elabora muñecos que vende en 300
córdobas. Ya tiene 3 años fabricando viejos para las familias que llegan a su
casa ubicada en el barrio Rubén Darío.
“No me puedo quejar en los últimos dos años vendí como 15
viejitos, este año espero vender más”, afirma doña Nidia, quien fabrica viejos
a base de papel, tipo piñata.
Ricardo Delgadillo, fabrica todos los años el tradicional
viejo, para ello utiliza ropa que ya no ocupa, lo construye y al final le pone
una docena de cargacerradas, bombas artesanales y como accesorio una botella de
licor.
“Estoy listo para darle la bienvenida al año nuevo junto a
mi esposa y mis hijos. Nos gusta quemar el viejo porque con ello desechamos
todo lo malo que nos sucedió en este 2012 y que venga alegría”, refrenda
Delgadillo.
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