El meteorito que el viernes impactó en Rusia estalló a unos 20 kilómetros de altura sobre la Tierra, según afirmó hoy la NASA.
La mayor parte de los daños causados fueron consecuencia de la onda explosiva y no de los pedazos de meteorito que impactaron en la región rusa de Cheylabinsk, a unos 1.500 kilómetros al este de Moscú.
El cuerpo celeste entró en la atmósfera a una velocidad de 18 kilómetros por segundo, informó la NASA. Eso supone casi 65.000 kilómetros por hora, es decir, 30 veces más rápido que un avión Concorde.
Según los expertos estadounidenses, el meteorito cruzó las órbitas de Mercurio y Venus y se acercó bastante a Marte antes de colisionar en la Tierra. Los investigadores de la NASA reiteraron que el impacto de este cuerpo no tiene que ver con el asteroide “2012 DA14″, que horas después pasó cerca de la Tierra.
“Varios miles de meteoritos llegan a la Tierra cada día. La mayor parte de ellos caen en los océanos o en zonas deshabitadas o no se aprecian a la luz del día”, explicó la NASA.
Sin embargo, el meteorito que el viernes impactó en Rusia dejó cerca de 1.200 heridos, la mayor parte de ellos debido a la rotura de cristales. Decenas de ellos continuaban hoy hospitalizados, aunque el gobernador de la región, Mijail Yurevich, aseguró que la situación está bajo control.
En total, el impacto del meteorito afectó a unas 100.000 personas, mientras que los daños ascienden a unos mil millones de rublos (25 millones de euros). En medio de temperaturas de hasta -20 grados centígrados, los cuerpos de seguridad rusos siguen trabajando para reparar las ventanas dañadas de muchos edificios.
Por otro lado, equipos de buzos están buscando restos del meteorito en el lago Cherbakul, a unos 80 kilómetros de Cheylabinsk, según informó una portavoz del Ministerio de Protección Civil. Por el momento no se localizó ningún fragmento.
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