Una joven rusa accedió a llevar la imborrable -y dolorosa-
huella como un "símbolo de devoción eterna".
En vísperas de San Valentín, llega la historia de una joven
rusa llamada Lesya Toumaniantz, de la ciudad de Saransk, que vivirá el resto de
sus días con una declaración de amor firmada en su cara.
Lesya le pidió a su novio, el tatuador Ruslan Toumaniatz,
que inscriba con tinta y en letras góticas el nombre de él por todo su rostro.
Lo más llamativo es que, según la historia que cuentan ambos
en el portal Daily Mail, este sello de su amor se produjo a 24 horas de verse
por primera vez en Moscú, tras una larga relación por chat.
El resultado de la obra que luce en su cara Lesya es un
tatuaje raro y arriesgado, especialmente teniendo en cuenta el tiempo que pueda
durar su noviazgo, aunque ambos aseguren que van a casarse.
Incluso, Lesya explicó que su amor va más allá: “Es un
símbolo de nuestra devoción eterna. Quiero que tatúe cada centímetro de mi
cuerpo”. Mientras, ella también aprende cómo realizar el arte del tatuaje con
su prometido.
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