Tanto, que este fin de semana, a
la salida de una discoteca una admiradora no se lo pensó dos veces y le lanzó
una botella de una bebida energética, una agresión que le produjo una herida en
la pierna y que estuvo acompañada de gritos referidos a Brown, que permanece en
libertad condicional a la de Barbados en 2009.
Este botellazo no ha sido el
único problema que le ha causado la nueva oportunidad que le ha dado al
cantante de R&B. La semana pasada, Katy Perry pidió a los organizadores de
los Grammys que no le sentaran junto a la que era su amiga, ya que cree que
está cometiendo un "grave error" y no está dispuesta a formar
"parte de ello".
Aún así, y aunque antes eran
inseparables, Rihanna ha asegurado que le da igual lo que piense de su relación
porque es "feliz".
Al margen de este desagradable
incidente, la autora de 'Umbrella' ha comprobado en su propia piel la
popularidad que tiene también en Reino Unido. Según ella misma tuiteó, cuando
llegó "borracha" a su hotel se vio en la portada de The Times. "Cuando
yo pensaba que mucha gente no sabía ni mi nombre, me veo junto a la Princesa
Diana en la portada de un periódico
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